
Ayudar a los demás: La nueva forma de alcanzar el éxito
Seguro te han enseñado que para ser un campeón debes derrotar a los demás, qué para llegar muy alto es necesario haber ocasionado muchas caídas. Que si uno gana necesariamente hay alguien que tiene que perder. ¿Qué pasaría si esto ocasiona todo lo contrario? ¿Qué pasaría si durante mucho tiempo hemos construido un falso éxito?
5/8/20243 min read
Una nueva forma de ver el éxito
Gran parte de nuestro éxito laboral, se construye en cómo nos relacionamos con los demás, también podemos llamarlo habilidades blandas o habilidades socioemocionales, en fin, el propósito es el mismo, construir una sólida red de contactos que nos permita acceder información privilegiada, generar nuevas aptitudes y oportunidades como lo menciona Brian Uzzi, profesor de Gestión de la Northwestern University. Entonces, si ser un campeón, que va por el mundo derrotando adversarios y mostrando en todo momento sus logros, no es la forma de alcanzar el éxito, ¿Entonces, cuál es?
En las siguientes líneas conocerás algo que quizás te sorprenda o quizás ya sabías, pero, ignorabas porque los campeones solo piensan en sí mismos.
Adam Grant, considerado uno de los psicólogos más importantes de la actualidad, en su libro Dar y recibir cuenta que existen 3 tipos de personas en el trabajo:
Receptores: Los receptores solo te hablarán si necesitan algo de ti, no invertirán su tiempo, si el beneficio no es mayor para ellos, hablan más y escuchan menos, pero eso sí, son muy competitivos. Cuando ganan disfrutan ver perder a otros, porque así son los campeones, como leones o lobos (animales muy utilizados para representar receptores en películas de cómo ser millonario, libros de autoayuda o campañas presidenciales)
Donantes: Es el lado opuesto a los receptores, los donantes ayudan a los demás desinteresadamente, apoyar les causa mucha satisfacción, muestran un interés genuino por ayudar a los demás, son atentos, muy empáticos y dispuestos a brindar su tiempo.
Equilibradores: Los equilibradores, estos son una mezcla entre donantes y receptores, los equilibradores se adaptan a la situación, pueden pasar de donantes a receptores según el contexto, buscando el equilibrio y la justicia. Por ejemplo, si estás en un proceso de selección y llega el momento de negociar el salario, la mayoría de personas mostrará una actitud receptora para encontrar mayor beneficio, por otro lado, si te toca ser mentor de un practicante, tomarás una posición donante no esperando nada a cambio, más que la satisfacción de ayudar a quién inicia su vida laboral.
Ganar a corto plazo, no es ganar
Si te hiciera la pregunta, ¿quién consideras que logra conseguir mayor éxito laboral ¿Donantes, receptores o equilibradores?
Si pensaste en los receptores, acertaste parcialmente, los receptores suelen conseguir mayor éxito a corto plazo, pues su ímpetu, esfuerzo y competitividad traerán resultados en corto tiempo, pero algo llega a pasar con las personas que los rodean, se sentirán utilizados, sentirán que no tienen valor para los receptores y sentirán una sensación de injusticia por dentro que hará que se vayan alejando poco a poco. El éxito de los receptores no dura mucho, porque habrá muchas personas esperando verlos caer, y no solo esperando, sino haciendo lo posible para que caigan. Es así como los leones o lobos, queman a las personas que se encuentran a su alrededor, quedándose solos y con mucha gente detrás esperando que se haga justicia.
"Ser altruista, estar dispuesto para los demás de manera genuina, crea una atmósfera donde el éxito llegará tarde o temprano, así no lo estés buscando"
Es más fácil ganar, cuando todos quieren que ganes
Aunque los donantes suelen ser subestimados y menospreciados (sobre todo por receptores) según los estudios son los que logran tener mayor éxito laboral, pues como dice arriba “Es más fácil ganar, cuando todos quieren que ganes”. Y es que pasa un hecho fenomenal cuando gana un donante, su éxito se extiende y llega a las personas que están a su alrededor. Cuando un receptor gana, usualmente hay alguien que pierde. Esto no quiere decir que los donantes no sean ambiciosos, podrían ser igual de ambiciosos que los receptores o equilibradores, la diferencia está en la forma en cómo consiguen el éxito, cuando los donantes ganan aparece un efecto multiplicador y muchas más personas también consiguen el éxito.
Dar puede ser mucho más potente de lo que crees
Los estudios de Adam Grant han demostrado lo potente de dar antes de recibir, la concepción que se tenía del éxito, era que primero se debe ser exitoso para después ayudar a los demás, siendo exactamente lo contrario.
¡Pero, cuidado con los falsos donantes! Existen muchos receptores disfrazados de donantes, que a pesar de que puedan engañar temporalmente a las personas, sus comportamientos egoístas saldrán a brote.
Ser altruista, estar dispuesto para los demás de manera genuina, crea una atmósfera donde el éxito llegará tarde o temprano, así no lo estés buscando .